Hoy hemos tenido en clase a la mamá de nuestro Alfonso. Ha llegado cargadita de cosas que usa en su trabajo como enfermera, y que a muchos de nosotros nos dan miedo. Por eso en el momento en que nos ha contado cómo abrazarnos a mamá, papá o el familiar que nos acompañe cuando nos ponemos una inyección y cómo respirar lentamente, estábamos muy atentos.
Pero sin duda el mejor momento ha sido escuchar el corazón de nuestro amigo Alfonso. Es algo que no se escucha todos los días y ha sido genial poder vivirlo.
Muchísimas gracias Mari Carmen por el buen rato que has estado con nosotros.
Hemos aprendido muchísimo y ha sido maravilloso disfrutar de tu tiempo y tu sonrisa.
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