... Y así llegamos, un viernes, a las 4 y pico de la tarde, a Mollina, sorteando atascos y prisas... nos cogió de nuevas, nos pilló sorprendidas del gran trabajo que encontramos, pero lo disfrutamos y logramos sobrevivir a la experiencia.
Y es que bien lo dijo Benjamin Franklin: "Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo".
Aprendimos, durante 27 horas de gamificación, de la mano de los mejores. Reímos, corrimos del humo negro, nos emocionamos con los 5 sentidos y reforzamos la idea de que otra educación es posible.
Por supuesto que el año que viene volveremos a estas Jornadas de Innovación Pedagógica de Antequera, pero esta vez iremos de segundas y estamos seguras de que volveremos a darlo todo para sobrevivir al naufragio pedagógico para acabar saliendo de nuevo en las noticias...
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